Aunque la IA Generativa presenta ventajas tales como el ahorro de tiempo, su incorporación pudiese afectar la calidad del empleo. Por consiguiente, es necesario contar con políticas reguladoras en su incorporación al mundo laboral.

¿De qué manera la IA pudiese perjudicar el empleo?

En un artículo anterior, analizamos los datos entregados por el informe de investigación de la OIT titulado La Inteligencia Artificial generativa y el empleo: políticas para gestionar la transición. Hablando sobre cómo la IA Generativa pudiese perjudicar el empleo, el mismo informe señala que este pudiese verse afectado si la IA Generativa “restringiera la autonomía de los trabajadores, aumentase la intensidad del trabajo o limitara la capacidad de los trabajadores para dar su opinión o debatir con la dirección sobre la organización de su propio trabajo.”

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Nuevos puestos de trabajo

Como consecuencia de la IA Generativa, están apareciendo nuevos puestos de trabajo. De hecho, ya se habla de profesiones tales como diseñadores y creadores de contenidos de IA, pero en este esquema muy pocas veces se habla de trabajadores que contribuyen al desarrollo de la IA, y que se desempeñan mayormente a través de plataformas de externalización colectiva (crowdsourcing). Estas personas trabajan de modo independiente, sin los derechos y beneficios que otorga una relación laboral. Respecto a esta situación, el informe dice: “Garantizar que los nuevos empleos relacionados con la IA sean de buena calidad ayudaría a asegurar una fuente potencial de oportunidades de empleo positivas para los trabajadores que puedan verse desplazados. Extender este enfoque a toda la cadena de suministro de estos sistemas GenAI contribuiría a una distribución más equitativa de sus beneficios.”

Políticas de regulación

El citado informe de la OIT, contiene políticas formuladas para minimizar los posibles efectos negativos de la transición en el empleo, producto de la incorporación de la IA Generativa. Como botón de muestra mencionamos:

• Diseñar y aplicar la normativa a través de sistemas tripartitos, en los que los representantes de los trabajadores, los empresarios y los gobiernos participen con igual voz.
• Esfuerzo por lograr transparencia y normas claras. Prohibir la vigilancia de los trabajadores y la recopilación de datos fuera del trabajo o en contextos en los que suponga un riesgo para la dignidad humana o el ejercicio de los derechos fundamentales.
• Considerar otras salvaguardias reglamentarias tales como exigir la supervisión humana en las decisiones sobre despidos.
• Dar prioridad a la recolocación y la formación frente a la pérdida de puestos de trabajo, centrándose en los sectores más expuestos. Cuando sea posible, colaborar con los representantes de los trabajadores y las autoridades competentes para diseñar medidas que eviten o minimicen los despidos.
• En caso de desplazamiento, garantizar la cobertura de la protección social y el acceso a la reconversión profesional de los trabajadores afectados.

Hasta el momento, hemos visto el panorama general del impacto de la Inteligencia Artificial Generativa en el área laboral. Pero, ¿cómo impacta en nuestro país? Lo veremos en un próximo artículo de SINTIK.