Para lograr satisfacción y los mejores resultados en nuestro trabajo, necesitamos tener un sentido de propósito. Veamos cómo podemos lograrlo.

¿Por qué es necesario un propósito?
Viktor Frankl, en su obra El hombre en busca de sentido, escribió: “La vida nunca se vuelve insoportable por las circunstancias, sino solo por la falta de significado y propósito”. Y en el ámbito laboral es fundamental, ya que el propósito es un objetivo de largo alcance que potencia nuestra capacidad de producir un gran impacto en nuestra labor, lo que a su vez acrecienta nuestra motivación.
Amy Wrzesniewski, investigadora de la Escuela de Administración de Yale, dice que quienes consideran que su trabajo es una vocación, tienden a estar más satisfechas que quienes solo ven su trabajo como una obligación.
La imagen de la tapa
Los objetivos de corto plazo pueden no ser suficientes para evaluar de manera certera la envergadura de una tarea difícil. Por consiguiente, si queremos entender lo que queremos hacer, es esencial tener en mente nuestro propósito; una visión amplia. Para entender este punto, pensemos en un rompecabezas que queremos completar. ¿Qué hará la diferencia en terminarlo eficazmente? ¿trabajar en el sin tener idea de qué imagen queremos completar, o trabajar en el guiándonos por la imagen de la tapa? ¿No es cierto que sin una imagen clara pasaríamos horas mirando las piezas e intentando frustradamente encajarlas de diversas maneras? La respuesta es sencilla: necesitamos una visión más amplia, necesitamos la imagen de la caja del rompecabezas.
Para sentir que vale la pena el trabajo que realizamos, debemos pensar en cómo encajan nuestras acciones laborales, que son como piezas del rompecabezas, en nuestro panorama general; nuestra imagen de la caja. Esto nos ayudará a determinar la importancia de nuestro trabajo.
Cuando nos hemos estancado
La visión que tenemos de nuestras tareas diarias puede alterar nuestra relación con el trabajo. Por eso es importante, que si nos hemos estancado, nos esforcemos a conciencia por cambiar nuestra perspectiva. Leah Weiss, doctora y máster en Trabajo Social y además autora del libro How We Work: Live Your Purpose, Reclaim Your Sanity, and Embrace the Daily Grind dice: “Piensa en la tarea, primero, como parte de un trabajo, luego como una carrera y, finalmente, como una vocación. Anota o toma notas mentales para cada uno de estos estados. Reflexiona sobre cómo abordas la tarea cuando la piensas como un deber de un trabajo, en lugar de algo que haces como parte de una vocación. ¿Cambia tu motivación? ¿Sientes un cambio en tu entusiasmo? Practica hacer esto con un espectro más amplio de tus tareas. Tómate un día entero y replantéalo como una vocación. Presta atención a cómo un cambio en tu perspectiva afecta tu sentido de alegría y propósito.”
¿Y si no sé cuál es mi propósito?
Una buena sugerencia de la doctora Weiss es elegir un período de tiempo manejable, como una semana, y observar en qué momento nos sentimos más decididos, más entusiasmados e incluso en qué momento sentimos mayor paz mental, y determinar qué actividad estábamos realizando en ese preciso momento. Para este proceso, es fundamental registrar nuestras apreciaciones.
Otra opción que sugiere la doctora Weiss es pensar en personas que admiremos y relacionar lo que nos gusta de ellas con nuestros propios valores. Ver a esta o estas personas como un espejo de nuestra mejor versión.
Encontrar nuestro propósito toma tiempo, sobre este asunto la doctora Weiss comenta: “Si la imagen que tienes de tu propósito es inexistente o borrosa, date tiempo para experimentar con estos ejercicios. No te asustes si no se te presenta una visión clara de inmediato. El propósito es continuo e iterativo: es un proceso de ver qué funciona y qué no para ti y tu vida.”
En SINTIK, creemos que es necesario tener un sentido de propósito en el ámbito laboral. Por eso, queremos darte las mejoras sugerencias para lograrlo.




