Desde SINTIK queremos compartir contigo un marco de trabajo que nos ayudará a poner orden en ese caos aparente y que nos permitirá organizar nuestra vida, especialmente cuando equilibramos nuestras responsabilidades laborales con nuestro activismo sindical.

1. Los hábitos son nuestros mejores aliados
Olvidemos la fuerza de voluntad: los hábitos son el verdadero secreto para mantener nuestra vida organizada. La fuerza de voluntad se agota, pero los hábitos fluyen automáticamente. No se trata de transformar nuestra rutina de la noche a la mañana, sino de identificar pequeños cambios que podamos mantener en el tiempo.
Algunos ejemplos prácticos que podemos implementar: si queremos leer más, dejemos un libro en la mesita de noche y leamos cinco páginas antes de dormir. Para mantener nuestra casa ordenada, hagamos la cama inmediatamente al levantarnos y lavemos los platos después de cada comida. Si buscamos hacer más ejercicio, preparemos la ropa deportiva la noche anterior y dejémosla a la vista. Para mejorar nuestras finanzas, configuremos una transferencia automática a nuestra cuenta de ahorro el día que nos paguen.
2. Planifiquemos, pero sin obsesionarnos
La vida es impredecible y nuestros días están llenos de imprevistos, pero eso no significa que debamos vivir a la deriva. Propongamos una rutina de planificación semanal, idealmente los viernes por la tarde, con el fin de propiciar el descanso y la desconexión mental los fines de semana.
Esta rutina debe incluir: revisar nuestros logros de la semana (necesitamos mantener la moral alta y reconocer los logros, por pequeños que sean), identificar las tres prioridades de la siguiente semana y asegurarnos de tener tiempo disponible para ellas, programar las tareas importantes en nuestro calendario, tanto personales como laborales. Lo que no está en el calendario, no existe. Además, sobrestimemos el tiempo que creemos que nos tomará cada tarea. Es mejor tener tiempo extra que andar corriendo todos los días.
Artículos relacionados
Usa el viernes para planificar tu siguiente semana
La lista de cosas por NO hacer
Combate la procrastinación con estas tres reglas
3. Aceptemos quiénes somos realmente
Conozcámonos a nosotros mismos y dejemos de luchar contra nuestra naturaleza. La herramienta más efectiva es la que se adapta a nosotros y a nuestra personalidad, no al revés.
Ejemplos prácticos de cómo adaptar las técnicas a nuestro estilo: si somos nocturnos, organicemos nuestras tareas importantes para la tarde o principios de la noche, cuando tenemos nuestro nivel de energía más alto, en lugar de tratar de hacerlas a primera hora como tradicionalmente se recomienda. Si nos cuesta meditar sentados y quietos, probemos la meditación caminando o mientras trotamos. Si el gimnasio nos aburre, apuntémonos a clases de baile, caminatas al aire libre o deportes de equipo que nos gusten.
4. La consistencia vence a la perfección
Olvidemos el «todo o nada» y abracemos el progreso gradual. Es preferible hacer algo al 80% todos los días que buscar la perfección y abandonar a la primera dificultad.
Pongamos ejemplos concretos: en lugar de una limpieza profunda mensual, dediquemos 15 minutos diarios a ordenar. Si queremos ahorrar, es mejor apartar una cantidad fija cada mes que intentar ahorrar grandes sumas esporádicamente. Para aprender un idioma, dedicar 10 minutos diarios es más efectivo que 2 horas cada fin de semana. Si queremos hacer más ejercicio, una caminata diaria de 30 minutos es mejor que un maratón ocasional.
5. El equilibrio no es negociable
Nuestra energía no es infinita, aunque a veces lo olvidemos. Recordemos que no manejamos nuestro tiempo sino nuestra energía. Dormir bien, pasar tiempo con nuestros seres queridos y desconectar no son lujos: son necesidades. Si nos saltamos estas pausas, acabaremos pagándolo con intereses en forma de estrés y agotamiento.
Propiciemos el equilibrio estableciendo una hora fija para dejar de mirar el correo del trabajo, programando «citas con nosotros mismos» en el calendario para hacer cosas que nos apasionen, creando un ritual de desconexión antes de dormir evitando las pantallas, y manteniendo los fines de semana libres de tareas laborales.
En nuestro próximo artículo de SINTIK, compartiremos los cinco principios restantes que completarán esta guía para organizar nuestra vida de manera integral.