El informe de la OIT, titulado Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2024 (GET for Youth), muestra que el número de jóvenes en edades comprendidas de 15 a 24 años que no tienen empleo, educación o formación, es motivo de preocupación.

Cifras preocupantes
Ni-ni es un acrónimo español que hace referencia a jóvenes menores de 30 años que ni estudian ni trabajan (Ni—ni). En inglés se habla de NEET, que se refiere a jóvenes sin empleo, educación y capacitación (Not in Employment Education or Training).
En 2023, uno de cada cinco jóvenes en el mundo eran catalogados como “ninis”, esto es, 256 millones de jóvenes de 15 a 24 años (171 millones de mujeres y 85 millones de hombres). Esto representa un 20,4% de la población mundial juvenil. En el caso de los hombres jóvenes, la tasa de “ninis” fue del 13,1%, mientras que la tasa de las mujeres jóvenes se mantuvo dos veces más alta, con un 28,1%, lo que significa que dos de cada tres de estos “ninis” eran mujeres.
Preocupación de los jóvenes
Varias encuestas de percepción, evidencian la ansiedad de los jóvenes ante la economía y sus perspectivas laborales. De acuerdo a los datos de la última versión de la Encuesta Mundial de Valores (2017-22), a nivel mundial el 64% de los jóvenes en edades de 15 a 29 años estaban preocupados por perder su empleo. Una encuesta reciente de Gallup International muestra que el 64% de los encuestados a nivel mundial sentía que las oportunidades económicas en su país eran insuficientes en los últimos tiempos. Este bajo sentido de optimismo económico es más evidente en las regiones de África subsahariana, América Latina y el Caribe, Oriente Medio y África del Norte.
¿Hay evidencia de un aumento de la inseguridad laboral?
Para los jóvenes que sí están en el mundo laboral, la situación es difícil, ya que a nivel global, más de la mitad de los trabajadores jóvenes tienen un empleo informal, y tres de cada cuatro trabajadores jóvenes de países de renta baja sólo conseguirán un empleo por cuenta propia o un trabajo temporal remunerado. Todo esto demuestra la falta de avances en la obtención de empleos decentes.
El trabajo temporal entre los jóvenes ha aumentado más concretamente en Asia Oriental, América Latina y el Caribe, y Asia Meridional. Los trabajadores temporales remunerados representan actualmente entre una quinta y una cuarta parte del empleo entre los trabajadores adultos jóvenes. El informe muestra además, que la probabilidad de que un adulto joven trabaje en un empleo por cuenta propia o en un empleo temporal remunerado es cuatro veces mayor en un país de bajos ingresos que en un país de altos ingresos. Las subregiones en las que el trabajo inseguro es la “norma” (y afecta a más de la mitad de los trabajadores adultos jóvenes) son las regiones en desarrollo de Asia meridional, Asia sudoriental y el Pacífico y (especialmente) África subsahariana, donde América Latina y el Caribe también representa el 50%.
En el caso de las mujeres jóvenes, se muestra que tienen más probabilidades que los hombres de trabajar en formas de trabajo inseguro en todas las subregiones del mundo, excepto Europa del Este. Aun siendo el caso, en casi todas las subregiones, hay una mayor proporción de mujeres jóvenes que de hombres en la categoría de trabajo familiar contribuyente, una categoría que no es remunerada y es informal por naturaleza.
Gilbert F. Houngbo, Director General de la OIT expresó: «El informe nos recuerda que las oportunidades para los jóvenes son muy desiguales; con muchas mujeres jóvenes, jóvenes con medios económicos limitados o de cualquier origen minoritario que siguen luchando. Sin igualdad de oportunidades para acceder a la educación y a empleos decentes, millones de jóvenes están perdiendo la oportunidad de un futuro mejor.”
¿Qué factores influyen en este creciente problema? Lo veremos en un próximo artículo de SINTIK.
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