La Organización Internacional del Trabajo (OIT), mencionó que “los salarios decentes son fundamentales para el desarrollo económico y social y para promover la justicia social. También desempeñan un papel esencial en la reducción de la pobreza y la desigualdad y en la garantía de una vida decente y digna.” Pero, ¿cumplen los salarios mínimos con este parámetro? Veamos.

La diferencia
Los salarios mínimos son obligatorios por ley, pero no siempre son suficientes para tener una vida digna. De acuerdo al informe de la Organización Internacional del Trabajo, titulado Wage policies, including living wages (Políticas salariales, incluidos salarios dignos), en muchos países los salarios mínimos no se han ajustado por años, y en la mayoría e los casos, continúan estando por debajo de la línea de pobreza. Además, alrededor del 18% de los países excluyen a los trabajadores agrícolas y domésticos de la normativa sobre salario mínimo.
En cambio, los salarios dignos suelen ser más altos que los salarios mínimos y son voluntarios por parte de los empleadores.
De acuerdo a World Economic Forum, un salario digno es un “nivel salarial que proporciona a los trabajadores y sus familias un nivel de vida decente.” Lo que incluye “cubrir necesidades básicas como la alimentación, la vivienda, la atención médica, la educación, el transporte y la ropa.” Comprende el pago de las horas normales de trabajo, sin incluir las horas extraordinarias. Resulta interesante lo que agrega: “Los cambios en el costo de vida también deben reflejarse en los ajustes periódicos de los niveles del salario digno.”
¿Qué implica un salario digno en las empresas?
Pagar un salario digno está siendo una prioridad para las empresas. En el informe titulado Living wage: An emerging standard, entregado por PwC (Price Water House Coopers), una de las firmas más importantes a nivel global en servicios de auditoría, consultoría y asesoramiento legal y fiscal, se encuestó a 205 empresas en 43 territorios globales, y los resultados muestran que el 67% de las empresas cree que pagar un salario digno es una prioridad. A nivel mundial, el 24% de las empresas entrevistadas paga actualmente un salario digno a sus empleados, y el 54% de las empresas que no lo hacen esperan cumplir con esto dentro de los próximos cinco años.
Es digno de destacar lo que menciona el informe: “La falta de requisitos obligatorios para que las organizaciones cumplan con el salario digno, y las crecientes presiones económicas y sociales que enfrentamos actualmente en todo el mundo, destacan la importancia de que las organizaciones asuman la responsabilidad y prioricen salarios dignos para su gente.”
El Pacto Mundial de las Naciones Unidas (UNGC) estima que, en la actualidad, más de mil millones de personas que trabajan en todo el mundo (1/3 de todos los trabajadores) ganan menos de lo que necesitan para permitirse un nivel de vida decente. Forward Faster plataforma global lanzada por el mismo UNGC, hace un llamado a las empresas a proporcionar a sus trabajadores salarios dignos: “Al pagar salarios dignos, puedes mejorar la productividad y o obtener ventajas importantes: reducir la rotación de personal y el ausentismo, aumentar la retención y la motivación, atraer nuevos talentos y aumentar la productividad del personal […]. Crear una vía para abordar la pobreza y reducir las desigualdades. Demostrar un compromiso con el respeto y la promoción de los derechos humanos de los trabajadores.”
Esperamos que más empleadores no se conformen con cumplir con salarios mínimos, sino con salarios dignos, tomando en cuenta las necesidades de los trabajadores y sus familias, así como las condiciones económicas a nivel país y mundiales.
Para SINTIK, los salarios dignos son una prioridad en nuestro quehacer como sindicato.




