¿Por qué algunas personas navegan por las presiones del trabajo con facilidad mientras otras se hunden? En esta serie, descubriremos los 7 tipos de personas que necesitamos en la vida para construir una red de apoyo sólida y alcanzar un mayor nivel de resiliencia.

Nuestros vínculos valen más que el oro
Según los expertos Rob Cross y Karen Dillon, las personas más exitosas no son necesariamente las más inteligentes o trabajadoras, sino las que saben rodearse de las personas adecuadas. En su libro, «The Microstress Effect», revelan cómo los microestrés pueden sabotear nuestro bienestar y cómo nuestros vínculos pueden ser nuestro mejor antídoto. En esta primera parte, veremos el primer tipo de personas que necesitamos en nuestras vida: personas que nos brindan apoyo empático.
Confidentes empáticos
El apoyo empático va más allá de ofrecer soluciones o consejos. Se trata de conectar genuinamente con otra persona en su experiencia, validando sus sentimientos y demostrando que se les comprende. ¿Por qué es tan importante el apoyo empático en momentos de microestrés?
1. Validación emocional: Nos brinda un espacio seguro para reconocer y expresar nuestras emociones, por más pequeñas que parezcan. Al sentirnos comprendidos y aceptados, disminuimos la tendencia a juzgarnos duramente y a sentirnos aislados. Esta validación no solo normaliza nuestras experiencias, sino que también fortalece nuestra autoestima, permitiéndonos afrontar el microestrés con una perspectiva más positiva y resiliente.
2. Fortalecimiento de relaciones: El apoyo empático fomenta la construcción de vínculos más sólidos y profundos. Al compartir nuestras experiencias y vulnerabilidades con otros, aumentamos la confianza mutua y fortalecemos los lazos afectivos. Sentirnos parte de una red de apoyo nos brinda una sensación de pertenencia que contrarresta la soledad y el aislamiento, factores que pueden exacerbar el estrés. En esencia, el apoyo empático actúa como un puente que conecta a las personas, creando un sentido de comunidad y reduciendo la probabilidad de experimentar los efectos negativos del aislamiento social.
3. Mayor resiliencia: El apoyo empático fomenta el desarrollo de la resiliencia al proporcionarnos un espacio seguro para aprender y crecer. Al observar cómo otros superan situaciones similares, adquirimos nuevas herramientas para afrontar el estrés y desarrollamos una perspectiva más amplia de nuestros propios desafíos. Esta red de apoyo y el intercambio de experiencias nos ayudan a comprender que no estamos solos y a construir una mayor confianza en nuestra capacidad para enfrentar futuras adversidades.
4. Mejora de la salud física y mental: El apoyo empático tiene un impacto positivo tanto en nuestra salud física como mental. Al reducir los niveles de cortisol, hormona asociada al estrés, el apoyo empático contribuye a mejorar nuestra salud en general. Además, al fomentar una sensación de seguridad y conexión, mejora la calidad de nuestro sueño y aumenta nuestro bienestar general.
En SINTIK creemos que, el apoyo empático es esencial para nuestra salud emocional y mental, especialmente en momentos de microestrés. ¿Qué otro tipo de personas necesitamos en nuestra red de apoyo? Lo veremos en próximo artículo.