Continuamos con nuestra serie de hábitos nocturnos que pueden ayudarnos a preparar un día más productivo y equilibrado. En la primera parte, hablamos de la importancia de reflexionar sobre el día, planificar el siguiente y dejar lista tu ropa con anticipación. Ahora, exploraremos otros tres pasos fundamentales.

4. Orden en nuestro espacio de trabajo
Dedicar unos minutos antes de dormir a organizar nuestro espacio de trabajo, puede marcar una gran diferencia en nuestro desempeño del día siguiente. Un ambiente ordenado no solo mejora la concentración, sino que también proporciona una sensación de claridad y control. Cuantas menos distracciones haya, más fácil será enfocarnos en lo que realmente importa.
Además, un espacio limpio y organizado contribuye a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Si nuestro entorno es caótico, nuestra mente puede reflejar ese desorden. En cambio, al ordenar nuestro escritorio, dejamos un entorno propicio para comenzar el día con energía y motivación.
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5. Desconexión de las pantallas
Las pantallas forman parte de nuestra rutina diaria, pero su uso antes de dormir puede afectar la calidad del sueño. La luz azul de los dispositivos electrónicos interfiere con la producción de melatonina, la hormona responsable del descanso. Por eso, lo ideal es desconectarse al menos 30 a 60 minutos antes de acostarse.
En lugar de mirar fijamente el teléfono o la computadora, podemos optar por actividades relajantes como leer un libro físico, meditar o hacer ejercicios de respiración profunda. Llevar un diario o escribir cosas por las que estemos agradecido también puede ayudarnos a despejar la mente y reducir el estrés. Además, escuchar música suave o realizar estiramientos ligeros, puede favorecer un descanso reparador.
6. Leer algo inspirador
La lectura es una excelente manera de terminar el día con una mentalidad positiva. Leer un libro, un artículo o un pasaje motivador puede influir en nuestro estado de ánimo y prepararnos mentalmente para el día siguiente. Además, el contenido inspirador estimula la creatividad y la resolución de problemas al ofrecer nuevas perspectivas e ideas.
Incorporar este hábito antes de dormir también ayuda a reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. Una lectura que motive o haga reflexionar puede dejar una impresión positiva en la mente, facilitando un descanso más tranquilo y reparador.
En la próxima entrega, exploraremos más estrategias para potenciar nuestra rutina nocturna. ¡Les invitamos a seguir atentos a nuestro contenido en SINTIK!