En esta cuarta entrega de nuestra serie «Antes de dormir: Pequeñas acciones para un gran mañana», te traemos tres hábitos nocturnos que pueden ayudarnos a descansar mejor y comenzar nuestro día siguiente con energía renovada. Estas sencillas acciones, aunque parezcan pequeñas, pueden marcar una gran diferencia en nuestra calidad de sueño y bienestar general.

10. Disfrutemos una bebida refrescante (sin alcohol ni cafeína)
Hidratarse antes de acostarse puede ser un gesto reconfortante y beneficioso. No se trata de bebidas alcohólicas ni con cafeína, ya que estas interfieren en el descanso. En cambio, podemos optar por alternativas que favorezcan la relajación:
- Agua: Aunque no se ha demostrado directamente que mejore el sueño, mantener una buena hidratación es fundamental para la salud general.
- Té de manzanilla: Tradicionalmente, se ha usado para facilitar el descanso, y algunos estudios respaldan su eficacia al inducir una sensación de calma.
Tomar una bebida adecuada puede convertirse en una señal para nuestro cuerpo de que es hora de relajarse y prepararse para dormir.
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11. Mantengamos un horario de sueño constante
Ir a dormir y despertarnos a la misma hora todos los días es una estrategia simple pero poderosa. Al establecer una rutina de sueño, reforzamos nuestro ritmo circadiano, el «reloj interno» que regula nuestros ciclos de vigilia y descanso.
Este hábito no solo facilita conciliar el sueño más rápidamente, sino que también ofrece otros beneficios:
- Mejora la función cognitiva.
- Ayuda a mantener un mejor estado de ánimo.
- Refuerza el sistema inmunológico.
Los expertos recomiendan dormir entre 7 y 9 horas cada noche. Al mantener un horario regular incluso los fines de semana, nuestro cuerpo se ajustará naturalmente a esta rutina, mejorando así nuestro descanso.
12. Escribamos nuestros pensamientos persistentes
Si nos cuesta dormir porque nuestra mente sigue activa, escribir nuestros pensamientos puede ser de gran ayuda. Dedicar unos minutos a esta práctica nos permite:
- Liberar preocupaciones: Anotar tareas pendientes o problemas reduce la sensación de carga mental.
- Procesar emociones: Poner por escrito nuestros pensamientos nos ayuda a comprender mejor nuestras emociones y a identificar patrones recurrentes.
- Fomentar la gratitud: Escribir sobre experiencias positivas del día mejora el estado de ánimo y genera una sensación de bienestar.
Podemos usar un cuaderno o una aplicación digital, según nos resulte más cómodo. Lo importante es que convirtamos este ejercicio en un momento de pausa y reflexión.
¡Sigamos acompañándonos en esta serie de SINTIK para descubrir más consejos que nos acercarán a un mejor descanso y a un mañana más productivo!