En este artículo veremos el valor de nutrir y conservar la conexión con quienes nos ofrecen una visión más amplia; personas que nos inspiran a considerar nuevos ángulos y encontrar una forma más positiva de abordar cualquier desafío.

Quienes nos ayuda a ver los desafíos desde otra óptica
Una manera eficaz de obtener perspectiva es buscar opiniones de personas que no están inmersas en nuestra rutina diaria o entorno laboral. Amigos que tienen poca o ninguna relación con nuestro trabajo a menudo nos ofrecen ideas frescas y objetivas.
Además, estas personas pueden proporcionarnos algo invaluable: el enfoque “¡Basta!”. Este consejo franco y directo puede ser justo lo que necesitamos cuando estamos atrapados en pensamientos repetitivos, preocupaciones excesivas o autocrítica implacable. Su intervención nos anima a dar un paso atrás y reconsiderar las cosas, mostrando que tal vez el problema no sea tan grande como habíamos imaginado.
Artículos relacionados
7 personas indispensables para ser resilientes: Confidentes empáticos
7 personas indispensables para ser resilientes: Orientadores
Quienes nos hacen reencontrarnos con lo esencial
Otro modo en que estas personas nos ayudan a recuperar perspectiva es recordándonos lo que verdaderamente importa. Cuando el microestrés nos sobrepasa y las pequeñeces parecen enormes obstáculos, quienes conocen y respetan nuestros valores fundamentales se convierten en un recurso invaluable.
Por ejemplo, un amigo que no se impresiona por nuestros títulos profesionales pero que se preocupa sinceramente por nuestra esencia como personas puede ayudarnos a reconectar con nuestras prioridades y principios. Estos recordatorios nos dan claridad y serenidad incluso en momentos de intensa presión.
En el siguiente artículo de esta serie de SINTIK, hablaremos sobre otro pilar importante para la resiliencia: los aliados para enfrentar el estrés.