Tomar decisiones consume mucha de nuestra energía. Un presupuesto de decisión nos puede ayudar a optimizarla.
Busquemos la esencia de nuestra vida
En una entrevista Stewart Friedman, profesor emérito de la Wharton University of Pennsylvania, mencionó que una clave para tomar decisiones que estén alineadas a nuestros objetivos, es ser conscientes y honestos acerca de lo que es más importante para nosotros. Y no se trata de determinar solo “qué” nos importa más en la vida, sino también “quién” nos importa más en la vida.
Teniendo estos aspectos fundamentales definidos, estamos en poder de realizar nuestro “presupuesto de decisión.”
Artículo relacionado
¿Qué es la «fatiga por decisión»?
¿Cómo funciona el presupuesto de decisión?
Sabemos que un presupuesto es un plan de acción, expresado en valores, y dirigido a cumplir un objetivo o una meta prevista. Tal como en un presupuesto económico asignamos un valor determinado para cada categoría (valor que sirve como límite de gasto), al presupuesto de decisión también se le puede asignar un valor determinado como límite, es decir, sólo permitirnos una cierta cantidad de decisiones, para “consumir o gastar” en el transcurso del día.
Esta medida evita gastar nuestra energía en decisiones irrelevantes, y nos permite centrarnos en aquellas que tienen un impacto o beneficio en nuestra vida y en la de quienes nos rodean.
6 simples consejos para un presupuesto de decisión
- Descansar lo suficiente.
- Eliminar distracciones innecesarias como las redes sociales, o bien reservar partes concretas de nuestro día para evitar que estas distracciones tengan lugar.
- No dedicar tanto tiempo ni buscar la perfección en pequeñas decisiones, que tienen poco o ningún impacto a largo plazo. En lugar de eso elegir opciones simples.
- Tomar las decisiones más importantes por la mañana, debido a que aún no nos hemos enfrentado a una gran cantidad de decisiones y nuestra mente está más descansada.
- Planificar las decisiones diarias con anticipación, incluso las más insignificantes la noche anterior.
- No tomar grandes decisiones con el estómago vacío. Cuando tenemos hambre, nuestro estómago secreta la hormona Grelina, que aumenta el apetito, y provoca a su vez una disminución en el control de impulsos, lo cual incide negativamente en la toma de decisiones.
La fatiga por decisión nos puede afectar a todos. En SINTIK, queremos ayudarte a mantener tu energía.
